lunes, 3 de noviembre de 2008

Oeste de los Estados Unidos de América









































































































































Todo viaje comienza con una planificación.
Mi viaje comenzó con la solicitud de una visa. Un largo camino para la solicitud de una visa como no inmigrante.
Finalmente la obtuve y por 10 años! No es lo usual.
A partir de allí comencé a planificar mi viaje en cuanto a recorridos.
Primera escala en Atlanta y desde allí un vuelo más a Los Angeles.
La ciudad me recibió con un caluroso día de domingo.
El shuttle bus me llevó directo al hostel. Una recorrida por la calle Hollywood Boulevard me dio la primera impresión de una ciudad caótica que es imposible recorrer sin auto. De todas maneras pude ver lo que sí me interesaba: el camino de la fama con las estrellas sobre la vereda con los nombres de celebridades, el barrio Beverly Hills, las colinas con el nombre Hollywood en las alturas, las huellas de personas que admiré y admiro como Frank Sinatra que está siempre en mis recuerdos, la calle Rodeo Drive, la fachada del departamento donde se alojaba el personaje de "Mujer Bonita" al final de la película cuando recibe el ramo de flores (uy, qué emoción verlo), el centro comercial con edificios increíbles, y toda esa atmósfera tan ligada al mundo del espectáculo. Imposible no sentir curiosidad. Luego recorrí las playas Venice y Santa Monica, con sus largas extensiones de arena y sus ramblas para pasear y sacar fotos.
Los Angeles resulto ser, para mí, lo que más o menos había imaginado. No me pareció atractiva o deslumbrante. Sin embargo allí estuve. Un lugar más en mi lista de destinos.
Tomé un bus en horas de la noche para llegar a San Francisco en la madrugada del día siguiente.
Las luces de San Francisco, vistas desde el Bay Bridge (puente de la bahía, que no es el Golden Gate) deslumbran y enamoran al que llega por primera vez.
Los otros días que estuve en San Francisco sirvieron para que me enamorara del lugar: sus calles empinadas, paseos en tranvía, el barrio chino, su gente amable, su barrio latino, el barrio El Castro (barrio gay), su espíritu libre, la bahía tan amplia, el barrio North Beach, música en las calles, el Fisherman´s Wharf (en el puerto, zona de pescadores), y más.
Allí fui a ver una obra de teatro: Rock and Roll. Es una etapa en la vida de un estudiante en los años 50/60 que siente interés por el comunismo y con el tiempo llega a entender que su pasión por el rock no se lleva tan bien con las ideas comunistas. Interesante.
En North Beach estuve con mi amigo Brando Jessie con quien compartí un café y una larga charla además de un paseo por esa zona. Todo se ve distinto de la mano de un residente local. Cenamos comida vietnamita con palitos, toda una experiencia para mí.
Brando es un viajero que va recorriendo el mundo y dejando en su libro sus vivencias al acercarse a gente que ha sufrido la devastación de la guerra y tantas atrocidades de nuestra humanidad.
Es un honor haberlo conocido.
Guardo el mejor de los recuerdos de San Francisco y creo que algún día volveré.
Luego tomé un bus hacia Roseburg, previa conexión en Sacramento. En Roseburg me encontraría con mi amigo John con quien pasaría unos días en su cabaña en Glide en Oregon.
Oregon es un estado increíblemente bello. Sus bosques, sus montañas, sus caídas de agua, sus caminos que serpentean entre los verdes infinitos. Es bello, realmente lo es.
Nuestros días en la cabaña fueron inolvidables: largas charlas, lectura, juego de cartas, caminatas cerca del río que bordea el lugar, paseos en cuatriciclo, y un enorme caudal de amistad que será eterna.
En uno de nuestros recorridos llegamos hasta Crater Lake. Se trata de un lago formado en el crater del volcán Mazama. Al costado del lago está el famoso hotel que sirviera de escenario para la filmación de la película El Resplandor (The Shining). Pudimos recorrerlo ya que está permitida la visita a turistas aunque no se alojen allí. Había nevado así que el paisaje era aún más bello.
Las cascadas son una constante en ese territorio, están una al lado de la otra, y maravillarse es poco.
También pude ver los pueblos típicos del viejo oeste, algunos auténticos y otros copiados para atraer turistas. Uno auténtico es Shaniko, realmente interesante.
Hay algo que realmente me llamó la atención. Una vez por semana íbamos al basural a llevar los residuos, previamente separados para su reciclaje. En el lugar había presos trabajando en tareas de tipo comunitarias. Pensé que sería muy bueno incorporar este hábito ya que estoy segura que no existe mejor manera de reinsertar en la sociedad a quienes han delinquido. También pude verlos en plazas y paseos públicos realizando tareas de mantenimiento.
Cada ruta, cada camino, cada sector público, cada espacio cuenta con clarísima señalización, baños públicos en impecables condiciones. Una sola palabra pasa por mi mente: respeto por el ciudadano. Mucho para aprender. Mucho para copiar en nuestros países de la región latinoamericana.
Llegamos al estado de Washington. Allí hicimos un paseo en ferry por las islas San Juan. Muy recomendable para tener una impresión de la vida en las islas.
La ciudad de Seattle es prolija y simple. Su Mercado Pike concentra gran atención de turistas y locales para comprar un poco de todo: pescado, artesanías, flores.
La torre más alta de la ciudad, Space Needle, te permite ver toda la ciudad desde las alturas. En el piso de observación hay información muy accesible.
Al lado de la torre está el Museo del Rock and Roll, una colorida e interesante estructura arquitectónica que posee en su interior una exhibición de arte, música, documentales y todo lo vinculado al mundo de la música que marcó mi vida. Así que una visita al museo del rock and roll fue el broche de oro para mi viaje.
También estuvimos en Twisp, visitando el mercado callejero de alimentos que se concentra los sábados por la mañana.
Es llamativo ver las casas decoradas esperando Halloween.
Winthrop es un pueblo que también está en esa zona y está preparado para atraer turistas con las fachadas de sus negocios simulando el viejo oeste. Hasta el Municipio tiene ese aspecto.
Como conclusión sólo puedo agregar que es un destino que vale la pena ser tenido en cuenta. El oeste de los Estados Unidos sorprende a todos. Allí hay algo para todos los gustos.
Sé que me falta mucho por recorrer y seguramente lo haré en algún momento del futuro.
Algunos dicen que "viajar te abre la cabeza". Yo agregaría que luego de viajar se aprende y mucho. Y quizás, lo más importante, es que se aprende más sobre el lugar en el que uno vive, el propio territorio, ese que nos conoce y que creemos conocer.
Pero lo mejor de todo es que ya empecé a preparar mi próximo viaje!!!!!!!!!!!!!!!!!

lunes, 27 de octubre de 2008

Las democracias en riesgo.

Decir que las democracias están en riesgo cuando estamos en 2008, después de todo lo que ya hemos experimentado los latinoamericanos, es raro, suena raro.
Los dictadores llegan al poder por diferentes medios. Algunas dictaduras han comenzado como golpes militares. Otros, sin ser militares, han llegado por el voto popular luego de elecciones. Estos últimos, una vez instalados en el poder, comienzan a dejar en evidencia sus señales de marcado interés de perpetuarse en el poder.
Entonces, hasta qué punto podemos decir que nuestras democracias están aseguradas.
Si bien es cierto que, dentro de los sistemas imperfectos, el más cercano a la perfección es el regimen democrático.
Somos humanos. Y como tales tenemos fallas, cometemos errores. La necesidad de regir poder por sobre otros es una característica que se repite en los miles de años en que el hombre está en el planeta.
Cómo nos damos cuenta que una democracia está en riesgo?
Cómo reconocer a un dictador disfrazado de demócrata?
1. Demostrándose alejado de los medios de prensa. Nada de conferencias. Nula interacción con los periodistas. El gobernante se comunica con gacetillas pre impresas o discursos sin posibilidad de dar intervención a los comunicadores.
2. Levantando el tono notoriamente en los discursos.
3. Haciendo, permanentemente, la famosa parodia del artista.
4. Guardar silencio ante los comentarios que puedan aparecer en los titulares, por más cargados de fuego que puedan resultar.
5. Tomando medidas arbitrarias, con los conocidos "decretazos" de necesidad y urgencia.
6. Hechando las culpas de los problemas nacionales a factores externos, por supuesto totalmente ajenos a la vida local.
7. Sin respeto a la propiedad privada. Quizás pareciera necesario aclarar que la propiedad privada es un derecho constitucional. Al decir constitucional me refiero a que forma parte de la Constitución Nacional, Primera Ley de todo país que se considere legítimo.
La lista sería mucho más extensa, pero considero que el lector -más aún si es vecino de esta región- puede aportar algún jugoso dato.
Las democracias empiezan a estar en riesgo cuando los ciudadanos se acostumbran a estas conductas enunciadas más arriba. Cuando los ciudadanos se callan. Cuando los ciudadanos pierden las fuerzas. Cuando los ciudadanos creen que ya no se puede hacer nada. Cuando los ciudadanos creen que deben rendirle honores a sus propios dictadores disfrazados de demócratas defensores de las leyes. Cuando los ciudadanos, por temor a represalias, prefieren apoyar esos regímenes a cualquier precio.

La instrucción pública.

Una vez escuché decir que en la casa se educa y en la escuela se instruye.
Creo que la escuela, así como tantas otras instituciones de nuestras sociedades, no pueden cumplir ambos roles.
Todo aquello que no se ha hecho en la casa, en la familia, entre esas paredes que suelen llamarse "hogar", no se puede cumplir en otro ámbito.
La casa es donde está la familia y si no está la familia debería haber alguien que cumpla ese rol. Siempre debe haber alguien que cumpla el rol contenedor y de afectos que sólo puede provenir de la familia.
En nuestras sociedades la familia ya no existe como tal.
Los tiempos han cambiado y ya nada es igual.
No estoy diciendo que está mal o bien.
Simplemente que los tiempos han cambiado.
Pero el sistema en el cual un niño o niña deben crecer no ha cambiado.
Quizás debo aclarar que estoy manifestando este pensamiento basándome en el país en el que vivo: Argentina.
Hoy se habla de bajar la edad de imputabilidad para poder procesar a menores que cometen delitos.
Una vez más, se empieza por el fin.
Si la atención y la política estuvieran dirigidas a brindar una buena base instructiva con capacitación permanente y constante a los menores, creo que no deberíamos preocuparnos por la creciente ola delcitiva en la que participan menores.
Algo está mal. Muy mal.
Los chicos están solos. No hay nadie en casa que los pueda contener.
Tampoco van a la escuela. Se ha evidenciado en los últimos años una alarmante deserción en el nivel secundario como nunca antes.
Es decir, no sólo están solos, sino en situación de abandono total. Entonces somos testigos de este caos generalizado que se apodera de las calles.
Estos errores se pagarán muy caro. De hecho es lo que está ocurriendo.
Sé que designar un aumento presupuestario para las escuelas no es una medida que asegure futuros votos y votantes.
Al menos eso ocurre con las economías de nuestra región sudamericana.
No sería una medida popular o populista permitir el acceso a la instrucción pública con escuelas en exelente estado de conservación, con ámbitos que seduzcan a los niños y niñas, adolescentes y adultos que concurren a completar su período de instrucción.
Acá es todo al revés.
Una vez más, la culpa es nuestra, sólo nuestra.
Por lo tanto creo que, la próxima vez que escuchemos o leamos sobre el deterioro y decadencia de nuestras sociedades, pensemos en todo lo que no se ha hecho en el debido tiempo.
Pensemos en todos los errores incurridos una y otra vez.
Pensemos en nuestros gobernantes que algún día serán demandados por la justicia divina. La única.

viernes, 24 de octubre de 2008

Compromiso.

Comprometerse es una palabra en desuso. O al menos parece serlo.
Qué significa comprometerse? Yo creo que tiene que ver con asumir responsabilidad, con lealtad, con jugarse al todo o nada, con honestidad. Sí, cuántas palabras en desuso.
Uno se debe comprometer con la palabra ante los amigos.
Ante la pareja.
Ante los compañeros de trabajo.
Ante los vecinos.
Vivimos en una sociedad que, nos guste o no nos guste, debe manejarse con reglas. De lo contrario es caótico.
Si nos comprometemos nos ajustamos a una de las tantas reglas que se nos exigen por y para vivir en una sociedad.
Cómo se hace?
Yo creo que empezando por cosas pequeñas y sencillas que son enormes, según el punto de vista desde donde se miren.
O quizás, debería decir, que primero debemos comprometernos con nosotros mismos.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Ciudadana del Mundo.

Hola a todos.
Este espacio maravilloso permite comunicarse, relacionarse, crear, disfrutar y tantas cosas que creo llegarían a ser innumerables.
En el título que elegí quiero demostrar cómo me siento.
Así de simple. Soy una ciudadana del mundo.
Y como tal me gusta viajar.
O mejor debo decir que amo viajar y no tengo ninguna intención en cambiar eso.
Sé que hay muchos por allí cmo yo y me gustaría conectarme.
Este es un medio.
Existen otros.
Ya se verá.